Con motivo de la celebración del Día del Libro, la Fundación Comillas ha invitado al escritor Mario Crespo a dar una conferencia sobre los escritores Rafael Sánchez Ferlosio y Miguel Delibes.

Los alumnos del Grado en Estudios Hispánicos, así como profesores y público interesado, han escuchado atentamente los detalles que Crespo ofreció sobre las vidas y sobre dos de las grandes obras de estos autores, El Jarama y El Hereje.

Mario Crespo López, nacido en Santander en 1975, es escritor, profesor y miembro por Cantabria de la Real Academia Española. Licenciado en Historia por la Universidad de Cantabria y doctorado en Historia por la Universidad de Zaragoza, imparte Lengua y Literatura de Enseñanza Media. Autor de investigaciones en el campo de la historia regional, ha sido galardonado con numerosos premios que avalan su trabajo en dicho terreno y en el del periodismo.

Entre sus trabajos historiográficos figuran El imperio de Carlos V (2001); Fiestas y cultura popular en Cantabria (2002); Cántabros del siglo XIX (2004); Menéndez Pelayo, Cossío y Cervantes (2005); El Ateneo de Santander (2006). Ha desarrollado una gran labor de difusión cultural en Cantabria, primero en el diario Alerta y ahora en El Diario Montañés. Además, escribe también poesía y teatro.

Hemos aprovechado su visita a la Fundación Comillas para entrevistar a Mario Crespo López.

Entre tus principales líneas de investigación está la literatura de posguerra. ¿Cómo nació este interés?

Básicamente, porque vas viendo en la historia de la literatura una serie de obras que son fundamentales o lo han sido en su época. Como yo también tengo una parte de historiador, me gusta conocer, porque en su contexto han sido importantes. Tuve la suerte de conocer a Mario Camus, y él era un hijo de esa época, y contaba las cosas como las contaba Aldecoa, y ese grupo de escritores al que él tuvo la suerte de llevar al cine.

A lo largo de tu carrera como investigador conociste a Rafael Sánchez Ferlosio. ¿Cómo fue y qué recuerdos mantienes de ese primer encuentro?

Yo había trabajado con Félix de Azua y Álvaro Pombo en el ámbito de cátedra. Lo que me permitió que no me viese como un principiante. Azúa era muy amigo de él, y así empecé a entrar en contacto con él y con la familia. De este primer encuentro tengo un recuerdo maravilloso. Nos quedamos él y yo solos y hablamos largo y tendido sobre cosas que a mí me interesan muchísimo, especialmente dialogamos sobre El Jarama. Cuando lo vi ahí de repente, vestido con su chilaba, y le digo Don Rafael buenas tardes y me dices pase, pase, encantado de saludarle. Y le dije, bueno Don Rafael puede tratarme de tú, y me dice, haciéndome un gesto con el dedo: “No, yo a mis amigos los trato de usted”. Luego ya vinieron más encuentros y también las tertulias literarias que él tenía los sábados en el Bar Universo, que está en Prosperidad, en Madrid.

De entre todas las obras de Ferlosio, ¿por qué elegiste El Jarama?

No es que sea más importante que las otras, pero desde el punto de vista de la literatura seguramente ha tenido mucho más recorrido y el hecho de que no hubiera estado editada por nadie hasta que lo hizo la editorial Cátedra, cuando digo editar me refiero a ponerle notas.

Dos de tus autores preferidos son Rafael Sánchez Ferlosio y Miguel Delibes. Entiendo, que tu obra preferida de Ferlosio es El Jarama. ¿Cuál sería la de Delibes?

Diremos El Jarama, pero también Alfanhuí, un libro precioso. De Delibes, posiblemente El Hereje, pero no por nada, simplemente porque es el que más conozco y que es un resumen de todas sus inquietudes.

«No hay carreras con futuro, hay personas con futuro»

¿Qué punto de unión podemos encontrar entre la literatura de Miguel Delibes y Rafael Sánchez Ferlosio?

En primer lugar, la parte generacional, son contemporáneos. En segundo lugar, el respeto y la admiración mutua que se tenía, y eso es importante, para dos personas que además de ser escritores eran personas retraídas que no tenían un contacto social aparentemente muy amplio. También, los dos tocaron el tema de la prensa, viajaron al extranjero, conocían el mundo fuera del Franquismo, los dos eran cada uno a su modo, cuidaban mucho de sus novelas y eran muy exigentes con sus obras.

Las novelas de Delibes según has explicado son novelas de personajes. En tu conferencia hablas de la elección de personajes desvalidos por parte de Delibes como gancho para empatizar con el lector. ¿Cuál es el personaje qué más interés despierta en ti?

Un personaje fundamental para mi sería Cipriano Salcedo, el protagonista de El Hereje.

Actualmente, parece que las humanidades están en un segundo plano, y los jóvenes, cuando toman la decisión sobre qué estudiar, se decantan por carreras técnicas ¿Qué les dirías a aquellos estudiantes que están ahora decidiendo qué camino académico seguir?

Hay una cosa que conforme pasan los años uno tiene más claro, hay que hacer lo que a uno le gusta, de verdad. Si te gusta este camino, si te gustan las letras, las humanidades, la literatura, las lecturas, el arte, la cultura en general… pues vas a tener trabajo en ese ámbito, lo busques o no lo busques. Yo hice historia y soy profesor, y estaré toda la vida trabajando. Opciones hay siempre. No hay carreras con futuro, sino personas con futuro. Eso se me quedó grabado cuando yo también con 17 años pensaba, qué voy a hacer, las letras son como menos, mejor medicina, ingeniería…. Que naturalmente son carreras fundamentales, pero al final opte por hacer lo que creía que tenía que hacer. Además, aquí en el CIESE-Fundación Comillas, estáis en un sitio maravilloso, en uno de los edificios más importantes del país. Hay muchos alicientes para estar aquí, ojalá hubiera estado yo aquí con 17 años.

SOBRE LA FUNDACIÓN COMILLAS

La Fundación Comillas nace con la vocación de convertirse en una institución de referencia internacional en la formación, investigación y difusión de la lengua española y la cultura hispánica.

Entre los objetivos estratégicos de esta institución está el desarrollo territorial, económico y cultural de Cantabria, la investigación e innovación en español, así como la enseñanza de este en su Centro de Estudios de Estudios Superiores del Español (CIESE) y la difusión internacional, mediante proyectos de cooperación y el intercambio de experiencias culturales, académicas, científicas, profesionales y emprendedoras en español.