“Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”, decía Gustavo Adolfo Bécquer, uno de los escritores españoles que recordamos hoy en el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas con motivo del Día Mundial de la Poesía.
Cada 21 de marzo se celebra a nivel internacional este día con el propósito de promover esta manifestación artística, considerada por la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, “una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad”.
En ocasiones como esta resulta inevitable pensar en poetas como Antonio Machado, Rosalía de Castro o Rafael Alberti. Por ello desde el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas hemos seleccionado algunos de los mejores poemas escritos por autores españoles a modo de homenaje.
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
El poeta sevillano, perteneciente al movimiento del Romanticismo, debe su fama a su obra Rimas y Leyendas, uno de los libros más reconocidos de la literatura española. En este artículo recuperamos su Rima XXX.
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?
Rosalía de Castro (1837-1885)
Rosalía de Castro es, con toda seguridad, la poeta gallega más universal. Escribió tanto en gallego como en castellano. En su obra podemos encontrar también narrativa, si bien debe su popularidad a su legado poético.
Desde el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas hemos seleccionado uno de sus poemas, titulado Busca y anhela el sosiego.
Busca y anhela el sosiego…
mas… ¿quién le sosegará?
Con lo que sueña despierto,
dormido vuelve a soñar.
Que hoy como ayer, y mañana
cual hoy, en su eterno afán,
de hallar el bien que ambiciona
-cuando sólo encuentra el mal-,
siempre a soñar condenado,
nunca puede sosegar.
Federico García Lorca (1989-1936)
Hablar de poesía implica mencionar a Federico García Lorca, uno de los poetas y dramaturgos españoles más reconocidos de la generación del 27. Su vida y legado siguen presentes en la sociedad a día de hoy.
Aprovechamos este día para recordar uno de sus poemas más sentidos: La cogida y la muerte.
A las cinco de la tarde.
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.
Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!
Ángel González (1925-2008)
Con Ángel González damos un salto en el tiempo hasta llegar a la generación del 50. Este poeta asturiano, fallecido hace poco más de una década, recibió en Premio Príncipe Asturias de las Letras gracias a su obra.
Desde el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas le conmemoramos en este día con el poema Canción de amiga.
Nadie recuerda un invierno tan frío como éste.
Las calles de la ciudad son láminas de hielo.
Las ramas de los árboles están envueltas en fundas de hielo.
Las estrellas tan altas son destellos de hielo.
Helado está también mi corazón,
pero no fue en invierno.
Mi amiga,
mi dulce amiga,
aquella que me amaba,
me dice que ha dejado de quererme.
No recuerdo un invierno tan frío como éste.
Karmelo Iribarren (1959)
Cerramos la lista con un poeta de nuestros días: el donostiarra Karmelo Iribarren. Este escritor es conocido como el poeta de lo cotidiano. Trabajó como fontanero, vendedor de enciclopedias y camarero, entre otros empleos. En la actualidad se dedica únicamente al arte de escribir. Algunos de sus poemas se pueden leer incluso en su cuenta personal de Twitter, red social donde es muy activo.
Desde el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas le felicitamos en este día con su poema Lo demás son historias.
Mi mujer y mi hija,
estas paredes y estos libros,
un puñado de amigos
que me quieren
—y a los que quiero de verdad—,
las olas del Cantábrico
en septiembre,
tres bares, cuatro
con el garito de la playa.
Aunque sé que me dejo
algunas cosas, puedo decir
que, de ser algo, ésa es mi patria.
Lo demás son historias.
Desde el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas esperamos que hayas disfrutado de la poesía con esta pequeña recopilación. Asimismo, te recomendamos introducir obras como estas en tu clase de ELE. En esta institución apostamos firmemente por la cultura y por su presencia en el aula.