Tal vez tengas entre tus proyectos profesionales el de dedicarte a la traducción. Te felicitamos por ello si es así, ya que se cuenta con unos retos apasionantes. La profesión de los traductores de español tiene muchos atractivos en la sociedad global en la que vivimos y unas características que la hacen muy interesante.
Un traductor no debe actuar como si fuera un mero diccionario, sino que es mucho más, es un intérprete cultural, un mediador entre dos culturas, y por ello ha de conocer en profundidad la lengua de origen y la lengua meta. El objetivo es trasladar un mensaje de tal forma que quien lo lea no perciba que se trata de una traducción. ¡Toda una misión!
El español en el mundo
La lengua española no es exclusiva de un solo país, aunque su origen tenga una localización concreta. Hoy en día es hablada por más de 500 millones de personas y es el idioma oficial de 21 países ubicados en América, Europa y el Caribe. Por tanto, en cada uno hay una serie de modismos que es necesario tener en cuenta, y un primer paso a la hora de enfrentarse a una traducción será saber en qué lugar de habla hispana va a ser leído nuestro texto traducido y cuál es el público al que nos dirigimos.
La palabra perfecta
Puede ser un quebradero de cabeza encontrar la palabra precisa, la que mejor se corresponde la original y expresa en lengua española aquello que significa. Podemos traducir una voz de varias formas eligiendo un sinónimo. Pero hallar la más adecuada no es tan rápido. Incluye la lectura y comprensión profunda del texto y de lo que quiere significar, y a ello se suma la diversidad cultural a la que hemos hecho referencia. El significado de “coger” en el español de España no tiene nada ninguna relación con lo que representa en algunos países hispanohablantes, por poner un ejemplo.
Transmitir el mensaje
Conseguir transmitir correctamente una idea o un mensaje es otro de los retos. Aquí representa un papel fundamental conocer las culturas de la lengua de origen y del idioma de llegada, que estarán marcadas por el devenir de esos países donde se habla, así como la intención del autor del texto original.
A ello se suma el reto de que el texto y no sufra transformaciones y se corra el riesgo de que el mensaje y su esencia cambien por completo. También es necesario procurar que los cambios por razones gramaticales, de sintaxis o fonéticas sean los menores posibles. Dentro del proceso de traducción, podemos escoger entre varias versiones, y un buen traductor deberá elegir la forma que aúne la manera de escribir y de pensar de la lengua de destino.
Como ves la traducción puede llegar a ser un trabajo muy arduo, aunque apasionante. Su importancia es trascendental para la sociedad y la lengua española en sí, por ello las traducciones han de tratarse con esmero y emplear en ellas el tiempo que sea necesario.
Si has decidido este camino profesional te damos nuestra enhorabuena y te animamos a que realices los estudios sobre la lengua española que te brindamos en el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas, ¡estamos seguros de que te serán muy útiles!