El Ayuntamiento de Santander y la Autoridad Portuaria han inaugurado en la sala de exposiciones del Archivo del Puerto en Santander, la exposición ‘80 años de barrio’. Una muestra que pone en valor el pasado y presente de uno de los barrios más emblemáticos de nuestra ciudad, el Barrio Pesquero. Esta exposición está comisariada por Celestina Losada, docente y directora académica del CIESE-Fundación Comillas. Se trata de un proyecto expositivo en torno al patrimonio material e inmaterial, el paisaje cultural identitario y la historia de esta zona de Santander.

Durante el acto tuvo lugar la presentación del libro ‘El Barrio Pesquero de Santander. Un paisaje cultural identitario’, escrito por Losada y editado por la Universidad de Cantabria (el CIESE-Fundación Comillas es centro adscrito de la Universidad de Cantabria).

80 AÑOS DE BARRIO: EL PESQUERO

La muestra «80 años de barrio» reúne más de un centenar de obras, entre grabados, dibujos, fotografías, tarjetas postales, proyectos arquitectónicos, documentos manuscritos, material bibliográfico, revistas y testimonios audiovisuales de la década de 1920, en pleno apogeo de la industria turística de la capital santanderina.

El hilo discursivo de la exposición es el proceso de configuración del “Nuevo poblado de pescadores de Maliaño” (1941-1955) –como se conocía al Barrio Pesquero– y el contexto histórico, social y humano que ha precedido a este lugar singular de Santander. El proyecto de construcción de un “Nuevo poblado de pescadores” en la dársena de Maliaño, promovido desde la Obra Sindical del Hogar (1942-1955), supuso, desde un punto de vista urbanístico, la adaptación de la arquitectura moderna a las condiciones locales.

El proyecto original, expuesto en sala, se enmarcaba en el Plan Nacional de Mejora de la vivienda del Pescador, siendo el de Santander, uno de los primeros realizados en la costa cantábrica.

El abundante material gráfico referido al proyecto da a conocer sus particularidades, su modernidad y su antecedente en el modelo residencial periurbano que se construye en Viena entre 1927 y 1933, el llamado Karl Marx Hof, obra del arquitecto Karl Ehn.

EL POBLADO DE PESCADORES SOTILEZA

La historia del Poblado de pescadores Sotileza –como se denominó al grupo de viviendas del Barrio Pesquero al iniciar su construcción– desde el punto de vista urbano y los cambios experimentados en el espacio urbano marítimo en las ocho largas décadas de permanencia y asentamiento de este grupo poblacional dedicado a la pesca (1860-1940) centran buena parte de la exposición y ponen de relevancia como se buscó favorecer la vida en comunidad, la relación vecinal y la conciencia e identidad de clase obrera.

Hoy, plenamente cohesionado e integrado en el tejido urbano que conforma el entorno de una de las principales arterias urbanas de Santander, aquel poblado de pescadores sigue manteniendo su esencia con entornos de convivencia, de uso público y encuentro social.

El proyecto expositivo sobre los 80 años de barrio se humaniza con el relato fotográfico, los grabados y pinturas en torno a las gentes de la mar, verdaderos protagonistas de esta historia.

EL PAPEL DE LA MUJER

Especial protagonismo cobra el papel de la mujer en cuantas actividades se ejercían desde tierra vinculadas al oficio de la pesca. Deliciosas resultan las escenas que aparecen en los grabados decimonónicos de Tomás Campuzano o de Victoriano Polanco, tan cuidadosamente editados en álbumes como Del Cantábrico (1897) o La Montaña. Paisajes, costumbres y marinas de la provincia de Santander (1889)

No menos significativos son los dibujos y pinturas que ilustraban algunas de las revistas de la época –Santander Artístico, Mundo Gráfico, La Montaña– y que dulcificaban las duras tareas que aquellas mujeres realizaban sin apenas descanso. Rederas, nescatillas, sardineras o mariscadoras aparecen en las instantáneas realizadas por Duomarco, Samot, Araúna o Faci Pardo.

La historia de este paisaje cultural y de sus antecedentes históricos en el entramado de la ciudad portuaria de Santander adquieren especial valor testimonial ahora que aún contamos con los últimos testigos de aquel nuevo comienzo en tiempos de posguerra.