Hoy hablamos en la sección #AlumnosCIESE con Víctor Ruiz Polanco, exalumno del Grado en Estudios Hispánicos del CIESE-Fundación Comillas.

Este joven cántabro comenzó a escribir durante la pandemia. En tan solo dos años ya ha recibido premios y distinciones y ha publicado su primer poemario que lleva por título Cancionero del desplazado (el cual fue merecedor del Premio Internacional de Poesía «Gastón Baquero» 2023). Aprovechando su estancia en Cantabria para recoger el Premio José Hierro, el poeta visitó la biblioteca del CIESE-Fundación Comillas el pasado jueves 30 de noviembre, para presentar su libro, en compañía de su antiguo profesor y coordinador del grado, Jesús Ferrer Cayón.

Víctor hizo su TFG sobre Jaime Gil de Biedma y el monólogo dramático, el cual le catapultó, junto con su sobresaliente expediente, a su condición actual como Becario FPU Predoctoral en la Universidad de Granada, tal y como lo prueba la docencia que ya está impartiendo en los Grados de Estudios Árabes e Islámicos, Filología Clásica y Literaturas Comparadas.  Durante su estancia en este centro universitario, Víctor pasaba sus horas libres leyendo en la Biblioteca. Nos cuenta los detalles sobre su vida de estudiante y sobre su trayectoria en esta entrevista.

Acabas de ser distinguido con el XLII Premio de Poesía José Hierro, que concede el Ayuntamiento para jóvenes de Santander y en 2021 fuiste distinguido con un Accésit en estos mismos premios por tu poemario Suburbanidades. ¿Qué supone para ti este reconocimiento?

Estoy contento. Es un galardón con una trayectoria muy larga y condiciones que lo hacen muy atractivo, casi inmejorables si lo ponemos al lado de otros premios autonómicos. Después de publicar mis primeros poemas, que hoy no tendría muy en cuenta, con el accésit de hace dos años, solo era cuestión de tiempo volverme a presentar. Al final no he tenido que esperar mucho y este año ya me vi con una colección de poemas adecuada.

A pesar de tu juventud, con tan solo 25 años ya cuentas con varios premios y distinciones. ¿A qué edad se despertó en ti el interés por la poesía?

Mi interés por la poesía empezó a los 17-18 años, cuando me dio clase de literatura el poeta Lorenzo Oliván. Antes de eso solo había leído novelas. A los 20 me compré El pie de la letra, de Gil de Biedma, y a partir de esos ensayos empecé a escribir.

Has publicado algunas traducciones de poetas franceses para la colección Averso de la Editorial Aliar. ¿Son los poetas franceses tus principales referentes?

No; mis principales referentes son los poetas hispanohablantes. Salvo en circunstancias excepcionales, los autores más importantes para cualquier poeta serán siempre los de la misma lengua en que uno escribe. De todos modos, entre los extranjeros los de lengua inglesa serían los más importantes para mí, simplemente por cuestión de dominio del idioma.

¿Quién o quiénes son tus escritores preferidos?

Gil de Biedma y Valente, Eliot y Auden, Góngora y Quevedo…

Si me tengo que quedar con un solo poema al que vuelvo una y otra vez, el Prufrock, de Eliot.

Elegir suele ser difícil, pero si tuvieses que decir una. ¿Cuál dirías que es tu obra literaria preferida?

En poesía es difícil decidirse porque no está claro si los límites de la obra son el poema individual, un libro concreto o abarcan la trayectoria completa de un autor (que muchas veces ocupa menos páginas que una novela). Si hablamos de poesías completas, Rubén Darío es seguramente el poeta que más leo por placer. Si me tengo que quedar con un solo poema al que vuelvo una y otra vez, el Prufrock, de Eliot.

Los escritores suelen tener algún ritual, manía, costumbre… a la hora de ponerse a escribir. ¿Cuál es la tuya?

No soy muy maniático en ese sentido. Escribo a mano en libretas que voy sacando de por ahí (regalos, promociones, publicidad…) y lo paso a ordenador cuando creo que ya está.

¿Qué es lo que más te inspira?

No tengo muy en cuenta el papel de la inspiración. Las ideas de los poemas me surgen muchas veces paseando o haciendo cualquier otra cosa por la calle; más que nada porque suelo tratar asuntos o imágenes cotidianas. Pero lo importante es después escribir el poema, y esto ya es trabajo verbal, artesanía.

Vuelves al CIESE-Fundación Comillas, centro en el que estudiaste el Grado en Estudios Hispánicos. ¿Qué recuerdos guardas de esa época?

Muchos y muy buenos. Sobre todo, de mis compañeros de curso y de los que eran un poco más mayores. Tengo mucho cariño al recuerdo de las excursiones que hicimos a Madrid.

Posteriormente cursaste un Máster en Estudios Literarios y Teatrales por la Universidad de Granada. ¿Te gustaría escribir una obra de teatro?

Ni se me pasa por la cabeza. No tengo ni idea de teatro; lo he leído muy poco y visto representado menos.

Y, por último, ¿darías algún consejo a los actuales alumnos del Grado en Estudios Hispánicos?

No creo estar en situación de dárselos. Estaba igual que ellos hace muy poquito y ahora tampoco ha cambiado mucho mi vida con respecto a la suya. Sigo en la universidad y estudiando. Que aprovechen para aprender y disfrutar de la vida de estudiante todo lo posible. Y como muchos seguro que escriben, que aprovechen los premios de la UC y los José Hierro.

Muchas gracias, Víctor por participar en esta entrevista y muchos éxitos para el futuro.