La riqueza léxica del español es, sin duda, una referencia a nivel mundial. Según la RAE, nuestro diccionario cuenta con más de 93.000 entradas, por lo tanto no es de extrañar que descubras que muchas de las palabras y frases en español no tienen traducción.

En el artículo que nos ocupa en esta ocasión realizamos la comparativa con uno de los lenguajes más estudiados en nuestro país como es el inglés.

He aquí una muestra de alguna de las palabras que no tienen traducción literal en la lengua de Shakespeare. Si bien es cierto que en lugar de utilizar una única palabra sobre todas ellas podría ofrecerse una descripción para que nuestro interlocutor la comprenda:

  • Entrecejo
  • Merendar
  • Morbo
  • Concuñado/concuñada
  • Tocayo/tocaya
  • Enmadrarse
  • Sentir vergüenza ajena
  • Sobremesa
  • Friolero
  • Tutear
  • Estrenar
  • Duende (en referencia al arte del baile y cante flamenco)
  • Expresión: “el de la vergüenza”, en referencia al último trozo de una porción de comida que nadie quiere aventurarse en ser el último en coger.

De manera contraria, también en nuestra lengua nos encontramos con la imposibilidad de ofrecer una traducción exacta a palabras que provienen de otras lenguas. Aquí exponemos algunos casos junto con su idioma de origen y significado:

  • Komorebi(japonés): la luz solar que se filtra a través de las hojas de los árboles.
  • Fernweh(alemán): ansia de viajar o aflicción que se siente por ciertos lugares lejanos.
  • Psithurism(inglés): el sonido del viento a través de los árboles.
  • Nazlanmak(turco): fingir indiferencia o resistencia cuando realmente estás muy dispuesto y ansioso.
  • Hiraeth (galés): echar de menos un hogar al que ya no puedes volver. Anhelo o dolor por los lugares perdidos del pasado.
  • Fuubutsushi(japonés): olores, imágenes o sensaciones que evocan recuerdos de una época concreta.
  • Tacenda (inglés): situación en la que es mejor dejar las cosas sin decir o asuntos que deben pasarse en silencio.
  • Nunchi(coreano): la sutilidad de evaluar el estado de ánimo de los demás a partir de sus comunicaciones no expresadas y saber qué no decir en una determinada situación.

Conocer las limitaciones y la capacidad de adaptación de nuestra lengua a otros idiomas es fundamental para todos aquellos que trabajamos día a día en la difusión del español.

Desde el CIESE-Fundación Comillas esperamos que este artículo te haya resultado interesante y te ayude a plantearte nuevos escenarios en los que desarrollar tus habilidades comunicativas.