Suena un poco raro que alguien diga, me voy a hacer un curso a Siberia o me voy a Siberia a aprender ruso, pero eso en el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas pasa con relativa frecuencia.

Uno de esos casos es el de Bruno, un estudiante del Grado Oficial en Estudios Hispánicos que el año pasado tuvo la suerte de que le concedieran una beca para hacer un curso de 20 días en la Universidad Federal de Siberia.

“Es una experiencia única e inolvidable”. Hablábamos con Bruno cuando se cerraba el plazo de este año para que los alumnos del Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas solicitasen su beca para el curso monográfico en lengua y cultura rusa en la Universidad Federal de Siberia (SibFU).

APRENDER RUSO EN LA UNIVERSIDAD

Esta universidad es la quinta del país, se encuentra en la ciudad de Krasnoyarsk y por sus aulas pasan nada menos que 43.000 estudiantes al año. Uno de ellos fue Bruno, que comienza la conversación diciendo “una cosa es irse a Moscú y otra muy distinta a Siberia, es un cambio muy grande, somos muy diferentes”. “Fui 20 días y de ruso lo justito, hola, adiós o cómo te llamas”. La comunicación era difícil porque el nivel de inglés de la gente que te encontrabas en la calle o en los bares era casi inexistente. En la universidad era otra cosa porque nos encontramos con gente que sabía algo de español o que incluso habían estado estudiando en el CIESE-Fundación Comillas.

El curso lo califica como muy bueno y completo “aprendes mucho y más con la ventaja de que una vez que se acaban las clases puedes salir a practicarlo”. La gente joven es muy cercana, la gente mayor en una ciudad tan poco turística como Kranoyarsk incluso se sorprende al verte por la calle. La estancia se completaba con excursiones a lugares de interés y visitas culturales.

UNA EXPERIENCIA MUY DIFERENTE

Bruno recomienda este curso a todo el mundo que quiera aprender o mejorar su ruso y vivir durante unos días una experiencia muy diferente y enriquecedora. Como estudiante del Grado en Estudios Hispánicos, Bruno Revenga afirma que su intención a largo plazo es la de trabajar en España, pero no descarta después de finalizar sus estudios irse unos años fuera.

No sabe si llegará a Rusia aunque tampoco lo descarta porque “lo de que las rusas son muy guapas no es un mito”.